Soy Andrés Herrera. Tengo dos proyectos que amo: SYR Entrenamientos, una empresa de
bienestar físico y mental, y Coffit, un café saludable.
Durante mucho tiempo creí que para que las cosas salieran bien, tenía que hacer
absolutamente todo yo.

Me levantaba a las 6 de la mañana, daba clases, hablaba con proveedores, controlaba stock,
subía contenido, cerraba planillas, manejaba cobros... y cuando el día terminaba, todavía
sentía que no había hecho suficiente.

Hasta que un día mi cuerpo dijo basta.
Fue en la fiesta de fin de año de mi empresa: un momento que se suponía tenía que
disfrutar. Pero en lugar de pasarla bien, colapsé.
Lloré. Estaba agotado, mental y emocionalmente.
Ahí entendí que no se trataba solo de trabajar más, sino de aprender a trabajar bien. Que
si no aprendía a gestionar mi tiempo y mi energía, iba a perder lo más importante: la
capacidad de disfrutar mis proyectos y lo que amo..

Empecé por lo más básico: Planificar mi semana.

• Una agenda de papel semanal para visualizar mi semana y google calendar para
  definir horarios que le dedico a cada tarea.

• Empecé a planificar mi semana en función de objetivos, no de urgencias.

• Dividí mi agenda por mis proyectos: SyR, Coffit y yo (Si, somos nuestro propio
  proyecto)

No fue fácil. Pero entendí que gestionar mi tiempo no era ser rígido, era darme estructura
para tener libertad.
Y SIEMPRE para que las cosas se pongan MEJOR primero se ponen PEOR.
Hoy, gracias a eso, estoy más presente, más enfocado y más tranquilo. Y lo más importante:
volví a disfrutar de mis proyectos y de mi vida.

• Te propongo que esta semana hagas algo simple pero transformador:

• Diseñá tu semana ideal.

Tomá una hoja y escribí:
• Qué tareas hacés vos y no deberías.
• Qué tareas son estratégicas (las que te acercan a tus objetivos).
• Qué tareas podés delegar o automatizar.

Vas a notar algo: muchas veces no te falta tiempo, te falta claridad sobre qué hacer con él.

“La clave no está en gestionar el tiempo, sino en gestionar la atención y la energía.” — Cal Newport, autor de Deep Work

Aprender a gestionar mi tiempo fue el primer paso.
El siguiente fue aprender a delegar, y entender que liderar no es hacer todo, es hacer que las
cosas pasen.
Si te sentís identificado con esta historia, si sentís que estás en modo “supervivencia”, este
es el momento de empezar a construir un sistema que te dé foco y propósito.