Mujer con expresión triste o cansada, sosteniendo su hombro, ilustrando emociones relacionadas con la irritabilidad y el estrés.
Mujer con expresión triste o cansada, sosteniendo su hombro, ilustrando emociones relacionadas con la irritabilidad y el estrés.

23 dic 2025

Irritabilidad y cambios de humor: ¿son tus hormonas?

Bienestar emocional

La irritabilidad no surge de la nada. Muchas veces, es el cuerpo hablándote, pidiendo un respiro, o la mente avisando que ya está sobrecargada. Si te sentís como una montaña rusa emocional, no estás sola, y sobre todo, no estás exagerando.

Lo que experimentás es real y tiene un contexto mucho más amplio de lo que parece. Si bien las hormonas tienen su rol, no son la única causa. El estrés, el descanso insuficiente, la alimentación y la carga mental de cada día también influyen en cómo te sentís. 

En este espacio, vamos a explorar lo que está pasando en tu cuerpo y en tu día a día, ofreciéndote información clara y herramientas simples para que puedas recuperar tu equilibrio, sin presiones.

Lo que te pasa tiene contexto

A veces queremos una respuesta única: “¿son mis hormonas, sí o no?”. Y la verdad es más humana: suele ser una mezcla. Tu cuerpo, tu cabeza y tu día a día se hablan todo el tiempo. Por eso, en vez de buscar culpables, sirve entender el mapa.

Tu bienestar emocional es tan importante como tu bienestar físico. En Kiwell, creemos que no se puede separar la mente del cuerpo. El autocuidado integral es clave para encontrar equilibrio en tu vida.

Diferencias entre SPM y TDPM

Es importante distinguir entre el síndrome premenstrual común (SPM) y el trastorno disfórico premenstrual (TDPM). Este último presenta síntomas más intensos que pueden afectar significativamente tu vida diaria.

Mientras que el SPM es frecuente, el TDPM afecta a un porcentaje menor de personas. Ambos son experiencias reales que merecen atención y comprensión.

Tema

SPM (síndrome premenstrual)

TDPM (trastorno disfórico premenstrual)

Intensidad

Molesto, pero manejable la mayor parte del tiempo

Muy intenso, te desregula fuerte

Impacto diario

Puede incomodar, pero solés seguir con tu rutina

Puede afectar trabajo, vínculos, estudio, funcionamiento

Emociones típicas

Irritabilidad, sensibilidad, llanto fácil, ansiedad leve

Tristeza marcada, irritabilidad muy fuerte, ansiedad intensa, sensación de desborde

Cuándo prestar más atención

Si se repite y te molesta

Si te limita, te asusta o te deja “fuera de eje” seguido

Lo hormonal influye, pero no viaja solo

A lo largo del ciclo, estrógeno y progesterona suben y bajan. Y eso puede mover el ánimo, el sueño, la paciencia y la sensibilidad. También suma si hay dolor físico (calambres, hinchazón, malestar): cuando el cuerpo duele, la tolerancia baja, y es lógico.

Pero aquí entra un aspecto clave: el estrés, la fatiga acumulada y los hábitos de vida. Si venís con poco descanso, con mucha carga mental o si estás atravesando un momento de estrés, las fluctuaciones hormonales pueden sentirse mucho más intensas. Es por eso que cuidar tu salud emocional y mental es tan importante como cuidar tu cuerpo.

Lo que más suele empeorar el mal humor

Hay días en los que no necesitás “arreglarte”: necesitás bajar carga, recuperar energía y darle al sistema nervioso una señal de calma. Para ordenarlo sin volverte loca con mil tips, acá tenés un mapa simple: qué suele estar detrás y cuál es un primer paso posible.

Lo que suele influir

Cómo se siente

Primer paso (realista)

Estrés acumulado

Todo te irrita, estás reactiva, te “salta” la bronca

2 micro-pausas al día (2–5 min) + bajar estímulos

Carga mental

Cansancio invisible, saturación, poca paciencia

Delegar 1 cosa chiquita + pedir claridad/ayuda

Sueño pobre

Llorás fácil, te cuesta regularte, bajón

Rutina corta de cierre (20 min sin pantallas)

Energía inestable (comidas salteadas)

Ansiedad/irritabilidad, “hambre con enojo”

3 comidas simples, horarios más regulares

Sobre-estímulo (pantallas, ruido, notifs)

Sensación de “no doy más”

Modo silencio / notifs off por bloques de 60–90 min

Registrar tu ciclo sin obsesionarte

No es llevar un Excel de tu vida. Es algo mucho más simple: empezar a notar patrones. A veces con 2 ciclos ya ves cosas claras, como “los dos días antes me cambia la paciencia” o “si duermo mal, exploto”.

Si te sirve, registrá 3 cosas: estado emocional, sueño y nivel de energía. Eso solo ya te da pistas enormes para cuidarte mejor. Y además, te ayuda a tener más control y comprensión sobre lo que te pasa.

Ejemplo práctico: Si notás que en la mitad de tu ciclo te cuesta más mantener la calma en el trabajo, podés prepararte para esos días con una rutina más relajada o con micro-pausas más frecuentes.

El enfoque Kiwell: MIND, MOVE, EAT

En Kiwell no buscamos que “no sientas” o que estés zen 24/7. Buscamos que tengas recursos para acompañarte cuando el sistema está sensible. Micro-herramientas que suman, sostenibles, sin exigencia.

Tu bienestar es un viaje continuo, no un destino. Es por eso que nuestro enfoque va más allá de los síntomas y busca un equilibrio integral que te acompañe a lo largo del tiempo.

Pilar

Qué busca

Qué podés hacer hoy

Para qué te sirve

MIND

Calmar y ordenar

Micro-pausas, respiración lenta, poner límites, autocompasión

Menos reactividad, más margen interno

MOVE

Volver al cuerpo

Caminar suave, estirar 5 min, movilidad, yoga tranqui

Baja tensión, mejora ánimo, regula energía

EAT

Estabilizar energía

Comidas simples y regulares + hidratación

Menos “picos”, menos irritabilidad por agotamiento

MIND: micro-pausas, respiración y límites

Cuando estás sensible, tu sistema nervioso está más “a flor de piel”. Una herramienta simple: pausas cortitas antes de explotar. Dos minutos. Respirá lento, aflojá hombros, soltá mandíbula. Y si podés, una frase que te ordene: “Estoy sensible. No tengo que resolver todo ahora.”

Y límites: decir “hoy no llego” también es autocuidado. Ejemplo cotidiano: Si en el trabajo te sentís sobrepasada, elegí 5 minutos entre tareas para respirar o caminar. Esto no es un lujo, es esencial para tu bienestar.

Lectura recomendada: Reconectar con tu cuerpo a través de la respiración consciente

MOVE: movimiento amable, incluso con cero ganas

No necesitás entrenar fuerte. A veces el movimiento más útil es el más chiquito: caminar 8–10 minutos, estirar en el piso, movilidad suave. La idea es que el cuerpo salga del modo tensión, sin pelearte con vos.

Ejemplo práctico: Después de una jornada de trabajo intensa, caminar 10 minutos por el barrio o hacer algunos estiramientos suaves pueden ayudarte a liberar el estrés acumulado.

EAT: energía estable, sin culpa

En días sensibles, saltarte comidas suele empeorar todo. No por moral, por biología: baja energía, sube irritabilidad. Pensalo simple: algo con proteína + algo que te sostenga (carbo complejo) + agua.

Y si aparecen antojos, no es “fracaso”: es tu cuerpo buscando energía o calma. Buscá equilibrio, no perfección.

Ejemplo práctico: Si te olvidaste de almorzar y sientes que el ánimo baja, un snack sencillo con frutos secos o un yogur con frutas te da el impulso necesario.

Cuándo consultar

A veces con ajustes de hábitos mejora mucho. Pero si esto te está arrasando, pedir ayuda es una decisión inteligente, no un drama. Consultá con un profesional si:

  • Los cambios de ánimo te impiden funcionar (laburo/estudio/vínculos),

  • Hay dolor fuerte o síntomas físicos intensos que no ceden,

  • Los síntomas emocionales son muy severos o sostenidos.

Y si aparecen pensamientos de lastimarte o desesperanza fuerte, pedí ayuda urgente en tu red cercana y en servicios de emergencia de tu zona. No estás sola, y no tenés que atravesarlo sin apoyo.

Conclusión

Si venís con irritabilidad y cambios de humor, no es que “estás loca” ni que “te falta voluntad”. Muchas veces es tu cuerpo y tu mente diciendo: estoy al límite. Entender tu ciclo ayuda, sí. Pero entender tu contexto ayuda todavía más.

Andá de a poco: una micro-pausa, un límite, una caminata suave, una comida simple. Sin exigencia. Ese es el estilo Kiwell: progreso real, posible y a tu ritmo.

FAQ

¿Es normal estar más irritable antes de que me venga?

Sí, a muchas personas les pasa. Si se repite y te molesta, registrar patrones puede ayudarte a anticiparlo y cuidarte mejor.

¿Cómo sé si es SPM o algo más fuerte (TDPM)?

Si te limita mucho la vida diaria o sentís un desborde emocional fuerte y recurrente, vale consultarlo. No para asustarte, para acompañarte mejor.

¿El estrés puede empeorar todo aunque sea “hormonal”?

Re sí. El estrés sostenido baja tu margen de regulación emocional. Por eso a veces el ciclo no “causa todo”, pero sí lo amplifica.

¿Qué hago cuando siento que estoy por explotar?

 Micro-pausa + respiración lenta + bajar estímulos (notifs, ruido, pantallas). Y si podés, postergar decisiones/charlas importantes para cuando estés más estable.

¿Cuándo conviene pedir ayuda profesional?

Si te está afectando el día a día, si hay dolor fuerte, o si la angustia es muy intensa. Pedir ayuda es cuidado.

Mujer con expresión triste o cansada, sosteniendo su hombro, ilustrando emociones relacionadas con la irritabilidad y el estrés.
Mujer con expresión triste o cansada, sosteniendo su hombro, ilustrando emociones relacionadas con la irritabilidad y el estrés.

23 dic 2025

Irritabilidad y cambios de humor: ¿son tus hormonas?

Bienestar emocional

La irritabilidad no surge de la nada. Muchas veces, es el cuerpo hablándote, pidiendo un respiro, o la mente avisando que ya está sobrecargada. Si te sentís como una montaña rusa emocional, no estás sola, y sobre todo, no estás exagerando.

Lo que experimentás es real y tiene un contexto mucho más amplio de lo que parece. Si bien las hormonas tienen su rol, no son la única causa. El estrés, el descanso insuficiente, la alimentación y la carga mental de cada día también influyen en cómo te sentís. 

En este espacio, vamos a explorar lo que está pasando en tu cuerpo y en tu día a día, ofreciéndote información clara y herramientas simples para que puedas recuperar tu equilibrio, sin presiones.

Lo que te pasa tiene contexto

A veces queremos una respuesta única: “¿son mis hormonas, sí o no?”. Y la verdad es más humana: suele ser una mezcla. Tu cuerpo, tu cabeza y tu día a día se hablan todo el tiempo. Por eso, en vez de buscar culpables, sirve entender el mapa.

Tu bienestar emocional es tan importante como tu bienestar físico. En Kiwell, creemos que no se puede separar la mente del cuerpo. El autocuidado integral es clave para encontrar equilibrio en tu vida.

Diferencias entre SPM y TDPM

Es importante distinguir entre el síndrome premenstrual común (SPM) y el trastorno disfórico premenstrual (TDPM). Este último presenta síntomas más intensos que pueden afectar significativamente tu vida diaria.

Mientras que el SPM es frecuente, el TDPM afecta a un porcentaje menor de personas. Ambos son experiencias reales que merecen atención y comprensión.

Tema

SPM (síndrome premenstrual)

TDPM (trastorno disfórico premenstrual)

Intensidad

Molesto, pero manejable la mayor parte del tiempo

Muy intenso, te desregula fuerte

Impacto diario

Puede incomodar, pero solés seguir con tu rutina

Puede afectar trabajo, vínculos, estudio, funcionamiento

Emociones típicas

Irritabilidad, sensibilidad, llanto fácil, ansiedad leve

Tristeza marcada, irritabilidad muy fuerte, ansiedad intensa, sensación de desborde

Cuándo prestar más atención

Si se repite y te molesta

Si te limita, te asusta o te deja “fuera de eje” seguido

Lo hormonal influye, pero no viaja solo

A lo largo del ciclo, estrógeno y progesterona suben y bajan. Y eso puede mover el ánimo, el sueño, la paciencia y la sensibilidad. También suma si hay dolor físico (calambres, hinchazón, malestar): cuando el cuerpo duele, la tolerancia baja, y es lógico.

Pero aquí entra un aspecto clave: el estrés, la fatiga acumulada y los hábitos de vida. Si venís con poco descanso, con mucha carga mental o si estás atravesando un momento de estrés, las fluctuaciones hormonales pueden sentirse mucho más intensas. Es por eso que cuidar tu salud emocional y mental es tan importante como cuidar tu cuerpo.

Lo que más suele empeorar el mal humor

Hay días en los que no necesitás “arreglarte”: necesitás bajar carga, recuperar energía y darle al sistema nervioso una señal de calma. Para ordenarlo sin volverte loca con mil tips, acá tenés un mapa simple: qué suele estar detrás y cuál es un primer paso posible.

Lo que suele influir

Cómo se siente

Primer paso (realista)

Estrés acumulado

Todo te irrita, estás reactiva, te “salta” la bronca

2 micro-pausas al día (2–5 min) + bajar estímulos

Carga mental

Cansancio invisible, saturación, poca paciencia

Delegar 1 cosa chiquita + pedir claridad/ayuda

Sueño pobre

Llorás fácil, te cuesta regularte, bajón

Rutina corta de cierre (20 min sin pantallas)

Energía inestable (comidas salteadas)

Ansiedad/irritabilidad, “hambre con enojo”

3 comidas simples, horarios más regulares

Sobre-estímulo (pantallas, ruido, notifs)

Sensación de “no doy más”

Modo silencio / notifs off por bloques de 60–90 min

Registrar tu ciclo sin obsesionarte

No es llevar un Excel de tu vida. Es algo mucho más simple: empezar a notar patrones. A veces con 2 ciclos ya ves cosas claras, como “los dos días antes me cambia la paciencia” o “si duermo mal, exploto”.

Si te sirve, registrá 3 cosas: estado emocional, sueño y nivel de energía. Eso solo ya te da pistas enormes para cuidarte mejor. Y además, te ayuda a tener más control y comprensión sobre lo que te pasa.

Ejemplo práctico: Si notás que en la mitad de tu ciclo te cuesta más mantener la calma en el trabajo, podés prepararte para esos días con una rutina más relajada o con micro-pausas más frecuentes.

El enfoque Kiwell: MIND, MOVE, EAT

En Kiwell no buscamos que “no sientas” o que estés zen 24/7. Buscamos que tengas recursos para acompañarte cuando el sistema está sensible. Micro-herramientas que suman, sostenibles, sin exigencia.

Tu bienestar es un viaje continuo, no un destino. Es por eso que nuestro enfoque va más allá de los síntomas y busca un equilibrio integral que te acompañe a lo largo del tiempo.

Pilar

Qué busca

Qué podés hacer hoy

Para qué te sirve

MIND

Calmar y ordenar

Micro-pausas, respiración lenta, poner límites, autocompasión

Menos reactividad, más margen interno

MOVE

Volver al cuerpo

Caminar suave, estirar 5 min, movilidad, yoga tranqui

Baja tensión, mejora ánimo, regula energía

EAT

Estabilizar energía

Comidas simples y regulares + hidratación

Menos “picos”, menos irritabilidad por agotamiento

MIND: micro-pausas, respiración y límites

Cuando estás sensible, tu sistema nervioso está más “a flor de piel”. Una herramienta simple: pausas cortitas antes de explotar. Dos minutos. Respirá lento, aflojá hombros, soltá mandíbula. Y si podés, una frase que te ordene: “Estoy sensible. No tengo que resolver todo ahora.”

Y límites: decir “hoy no llego” también es autocuidado. Ejemplo cotidiano: Si en el trabajo te sentís sobrepasada, elegí 5 minutos entre tareas para respirar o caminar. Esto no es un lujo, es esencial para tu bienestar.

Lectura recomendada: Reconectar con tu cuerpo a través de la respiración consciente

MOVE: movimiento amable, incluso con cero ganas

No necesitás entrenar fuerte. A veces el movimiento más útil es el más chiquito: caminar 8–10 minutos, estirar en el piso, movilidad suave. La idea es que el cuerpo salga del modo tensión, sin pelearte con vos.

Ejemplo práctico: Después de una jornada de trabajo intensa, caminar 10 minutos por el barrio o hacer algunos estiramientos suaves pueden ayudarte a liberar el estrés acumulado.

EAT: energía estable, sin culpa

En días sensibles, saltarte comidas suele empeorar todo. No por moral, por biología: baja energía, sube irritabilidad. Pensalo simple: algo con proteína + algo que te sostenga (carbo complejo) + agua.

Y si aparecen antojos, no es “fracaso”: es tu cuerpo buscando energía o calma. Buscá equilibrio, no perfección.

Ejemplo práctico: Si te olvidaste de almorzar y sientes que el ánimo baja, un snack sencillo con frutos secos o un yogur con frutas te da el impulso necesario.

Cuándo consultar

A veces con ajustes de hábitos mejora mucho. Pero si esto te está arrasando, pedir ayuda es una decisión inteligente, no un drama. Consultá con un profesional si:

  • Los cambios de ánimo te impiden funcionar (laburo/estudio/vínculos),

  • Hay dolor fuerte o síntomas físicos intensos que no ceden,

  • Los síntomas emocionales son muy severos o sostenidos.

Y si aparecen pensamientos de lastimarte o desesperanza fuerte, pedí ayuda urgente en tu red cercana y en servicios de emergencia de tu zona. No estás sola, y no tenés que atravesarlo sin apoyo.

Conclusión

Si venís con irritabilidad y cambios de humor, no es que “estás loca” ni que “te falta voluntad”. Muchas veces es tu cuerpo y tu mente diciendo: estoy al límite. Entender tu ciclo ayuda, sí. Pero entender tu contexto ayuda todavía más.

Andá de a poco: una micro-pausa, un límite, una caminata suave, una comida simple. Sin exigencia. Ese es el estilo Kiwell: progreso real, posible y a tu ritmo.

FAQ

¿Es normal estar más irritable antes de que me venga?

Sí, a muchas personas les pasa. Si se repite y te molesta, registrar patrones puede ayudarte a anticiparlo y cuidarte mejor.

¿Cómo sé si es SPM o algo más fuerte (TDPM)?

Si te limita mucho la vida diaria o sentís un desborde emocional fuerte y recurrente, vale consultarlo. No para asustarte, para acompañarte mejor.

¿El estrés puede empeorar todo aunque sea “hormonal”?

Re sí. El estrés sostenido baja tu margen de regulación emocional. Por eso a veces el ciclo no “causa todo”, pero sí lo amplifica.

¿Qué hago cuando siento que estoy por explotar?

 Micro-pausa + respiración lenta + bajar estímulos (notifs, ruido, pantallas). Y si podés, postergar decisiones/charlas importantes para cuando estés más estable.

¿Cuándo conviene pedir ayuda profesional?

Si te está afectando el día a día, si hay dolor fuerte, o si la angustia es muy intensa. Pedir ayuda es cuidado.

Mujer con expresión triste o cansada, sosteniendo su hombro, ilustrando emociones relacionadas con la irritabilidad y el estrés.
Mujer con expresión triste o cansada, sosteniendo su hombro, ilustrando emociones relacionadas con la irritabilidad y el estrés.

23 dic 2025

Irritabilidad y cambios de humor: ¿son tus hormonas?

Bienestar emocional

La irritabilidad no surge de la nada. Muchas veces, es el cuerpo hablándote, pidiendo un respiro, o la mente avisando que ya está sobrecargada. Si te sentís como una montaña rusa emocional, no estás sola, y sobre todo, no estás exagerando.

Lo que experimentás es real y tiene un contexto mucho más amplio de lo que parece. Si bien las hormonas tienen su rol, no son la única causa. El estrés, el descanso insuficiente, la alimentación y la carga mental de cada día también influyen en cómo te sentís. 

En este espacio, vamos a explorar lo que está pasando en tu cuerpo y en tu día a día, ofreciéndote información clara y herramientas simples para que puedas recuperar tu equilibrio, sin presiones.

Lo que te pasa tiene contexto

A veces queremos una respuesta única: “¿son mis hormonas, sí o no?”. Y la verdad es más humana: suele ser una mezcla. Tu cuerpo, tu cabeza y tu día a día se hablan todo el tiempo. Por eso, en vez de buscar culpables, sirve entender el mapa.

Tu bienestar emocional es tan importante como tu bienestar físico. En Kiwell, creemos que no se puede separar la mente del cuerpo. El autocuidado integral es clave para encontrar equilibrio en tu vida.

Diferencias entre SPM y TDPM

Es importante distinguir entre el síndrome premenstrual común (SPM) y el trastorno disfórico premenstrual (TDPM). Este último presenta síntomas más intensos que pueden afectar significativamente tu vida diaria.

Mientras que el SPM es frecuente, el TDPM afecta a un porcentaje menor de personas. Ambos son experiencias reales que merecen atención y comprensión.

Tema

SPM (síndrome premenstrual)

TDPM (trastorno disfórico premenstrual)

Intensidad

Molesto, pero manejable la mayor parte del tiempo

Muy intenso, te desregula fuerte

Impacto diario

Puede incomodar, pero solés seguir con tu rutina

Puede afectar trabajo, vínculos, estudio, funcionamiento

Emociones típicas

Irritabilidad, sensibilidad, llanto fácil, ansiedad leve

Tristeza marcada, irritabilidad muy fuerte, ansiedad intensa, sensación de desborde

Cuándo prestar más atención

Si se repite y te molesta

Si te limita, te asusta o te deja “fuera de eje” seguido

Lo hormonal influye, pero no viaja solo

A lo largo del ciclo, estrógeno y progesterona suben y bajan. Y eso puede mover el ánimo, el sueño, la paciencia y la sensibilidad. También suma si hay dolor físico (calambres, hinchazón, malestar): cuando el cuerpo duele, la tolerancia baja, y es lógico.

Pero aquí entra un aspecto clave: el estrés, la fatiga acumulada y los hábitos de vida. Si venís con poco descanso, con mucha carga mental o si estás atravesando un momento de estrés, las fluctuaciones hormonales pueden sentirse mucho más intensas. Es por eso que cuidar tu salud emocional y mental es tan importante como cuidar tu cuerpo.

Lo que más suele empeorar el mal humor

Hay días en los que no necesitás “arreglarte”: necesitás bajar carga, recuperar energía y darle al sistema nervioso una señal de calma. Para ordenarlo sin volverte loca con mil tips, acá tenés un mapa simple: qué suele estar detrás y cuál es un primer paso posible.

Lo que suele influir

Cómo se siente

Primer paso (realista)

Estrés acumulado

Todo te irrita, estás reactiva, te “salta” la bronca

2 micro-pausas al día (2–5 min) + bajar estímulos

Carga mental

Cansancio invisible, saturación, poca paciencia

Delegar 1 cosa chiquita + pedir claridad/ayuda

Sueño pobre

Llorás fácil, te cuesta regularte, bajón

Rutina corta de cierre (20 min sin pantallas)

Energía inestable (comidas salteadas)

Ansiedad/irritabilidad, “hambre con enojo”

3 comidas simples, horarios más regulares

Sobre-estímulo (pantallas, ruido, notifs)

Sensación de “no doy más”

Modo silencio / notifs off por bloques de 60–90 min

Registrar tu ciclo sin obsesionarte

No es llevar un Excel de tu vida. Es algo mucho más simple: empezar a notar patrones. A veces con 2 ciclos ya ves cosas claras, como “los dos días antes me cambia la paciencia” o “si duermo mal, exploto”.

Si te sirve, registrá 3 cosas: estado emocional, sueño y nivel de energía. Eso solo ya te da pistas enormes para cuidarte mejor. Y además, te ayuda a tener más control y comprensión sobre lo que te pasa.

Ejemplo práctico: Si notás que en la mitad de tu ciclo te cuesta más mantener la calma en el trabajo, podés prepararte para esos días con una rutina más relajada o con micro-pausas más frecuentes.

El enfoque Kiwell: MIND, MOVE, EAT

En Kiwell no buscamos que “no sientas” o que estés zen 24/7. Buscamos que tengas recursos para acompañarte cuando el sistema está sensible. Micro-herramientas que suman, sostenibles, sin exigencia.

Tu bienestar es un viaje continuo, no un destino. Es por eso que nuestro enfoque va más allá de los síntomas y busca un equilibrio integral que te acompañe a lo largo del tiempo.

Pilar

Qué busca

Qué podés hacer hoy

Para qué te sirve

MIND

Calmar y ordenar

Micro-pausas, respiración lenta, poner límites, autocompasión

Menos reactividad, más margen interno

MOVE

Volver al cuerpo

Caminar suave, estirar 5 min, movilidad, yoga tranqui

Baja tensión, mejora ánimo, regula energía

EAT

Estabilizar energía

Comidas simples y regulares + hidratación

Menos “picos”, menos irritabilidad por agotamiento

MIND: micro-pausas, respiración y límites

Cuando estás sensible, tu sistema nervioso está más “a flor de piel”. Una herramienta simple: pausas cortitas antes de explotar. Dos minutos. Respirá lento, aflojá hombros, soltá mandíbula. Y si podés, una frase que te ordene: “Estoy sensible. No tengo que resolver todo ahora.”

Y límites: decir “hoy no llego” también es autocuidado. Ejemplo cotidiano: Si en el trabajo te sentís sobrepasada, elegí 5 minutos entre tareas para respirar o caminar. Esto no es un lujo, es esencial para tu bienestar.

Lectura recomendada: Reconectar con tu cuerpo a través de la respiración consciente

MOVE: movimiento amable, incluso con cero ganas

No necesitás entrenar fuerte. A veces el movimiento más útil es el más chiquito: caminar 8–10 minutos, estirar en el piso, movilidad suave. La idea es que el cuerpo salga del modo tensión, sin pelearte con vos.

Ejemplo práctico: Después de una jornada de trabajo intensa, caminar 10 minutos por el barrio o hacer algunos estiramientos suaves pueden ayudarte a liberar el estrés acumulado.

EAT: energía estable, sin culpa

En días sensibles, saltarte comidas suele empeorar todo. No por moral, por biología: baja energía, sube irritabilidad. Pensalo simple: algo con proteína + algo que te sostenga (carbo complejo) + agua.

Y si aparecen antojos, no es “fracaso”: es tu cuerpo buscando energía o calma. Buscá equilibrio, no perfección.

Ejemplo práctico: Si te olvidaste de almorzar y sientes que el ánimo baja, un snack sencillo con frutos secos o un yogur con frutas te da el impulso necesario.

Cuándo consultar

A veces con ajustes de hábitos mejora mucho. Pero si esto te está arrasando, pedir ayuda es una decisión inteligente, no un drama. Consultá con un profesional si:

  • Los cambios de ánimo te impiden funcionar (laburo/estudio/vínculos),

  • Hay dolor fuerte o síntomas físicos intensos que no ceden,

  • Los síntomas emocionales son muy severos o sostenidos.

Y si aparecen pensamientos de lastimarte o desesperanza fuerte, pedí ayuda urgente en tu red cercana y en servicios de emergencia de tu zona. No estás sola, y no tenés que atravesarlo sin apoyo.

Conclusión

Si venís con irritabilidad y cambios de humor, no es que “estás loca” ni que “te falta voluntad”. Muchas veces es tu cuerpo y tu mente diciendo: estoy al límite. Entender tu ciclo ayuda, sí. Pero entender tu contexto ayuda todavía más.

Andá de a poco: una micro-pausa, un límite, una caminata suave, una comida simple. Sin exigencia. Ese es el estilo Kiwell: progreso real, posible y a tu ritmo.

FAQ

¿Es normal estar más irritable antes de que me venga?

Sí, a muchas personas les pasa. Si se repite y te molesta, registrar patrones puede ayudarte a anticiparlo y cuidarte mejor.

¿Cómo sé si es SPM o algo más fuerte (TDPM)?

Si te limita mucho la vida diaria o sentís un desborde emocional fuerte y recurrente, vale consultarlo. No para asustarte, para acompañarte mejor.

¿El estrés puede empeorar todo aunque sea “hormonal”?

Re sí. El estrés sostenido baja tu margen de regulación emocional. Por eso a veces el ciclo no “causa todo”, pero sí lo amplifica.

¿Qué hago cuando siento que estoy por explotar?

 Micro-pausa + respiración lenta + bajar estímulos (notifs, ruido, pantallas). Y si podés, postergar decisiones/charlas importantes para cuando estés más estable.

¿Cuándo conviene pedir ayuda profesional?

Si te está afectando el día a día, si hay dolor fuerte, o si la angustia es muy intensa. Pedir ayuda es cuidado.

Mujer con expresión triste o cansada, sosteniendo su hombro, ilustrando emociones relacionadas con la irritabilidad y el estrés.
Mujer con expresión triste o cansada, sosteniendo su hombro, ilustrando emociones relacionadas con la irritabilidad y el estrés.

23 dic 2025

Irritabilidad y cambios de humor: ¿son tus hormonas?

Bienestar emocional

La irritabilidad no surge de la nada. Muchas veces, es el cuerpo hablándote, pidiendo un respiro, o la mente avisando que ya está sobrecargada. Si te sentís como una montaña rusa emocional, no estás sola, y sobre todo, no estás exagerando.

Lo que experimentás es real y tiene un contexto mucho más amplio de lo que parece. Si bien las hormonas tienen su rol, no son la única causa. El estrés, el descanso insuficiente, la alimentación y la carga mental de cada día también influyen en cómo te sentís. 

En este espacio, vamos a explorar lo que está pasando en tu cuerpo y en tu día a día, ofreciéndote información clara y herramientas simples para que puedas recuperar tu equilibrio, sin presiones.

Lo que te pasa tiene contexto

A veces queremos una respuesta única: “¿son mis hormonas, sí o no?”. Y la verdad es más humana: suele ser una mezcla. Tu cuerpo, tu cabeza y tu día a día se hablan todo el tiempo. Por eso, en vez de buscar culpables, sirve entender el mapa.

Tu bienestar emocional es tan importante como tu bienestar físico. En Kiwell, creemos que no se puede separar la mente del cuerpo. El autocuidado integral es clave para encontrar equilibrio en tu vida.

Diferencias entre SPM y TDPM

Es importante distinguir entre el síndrome premenstrual común (SPM) y el trastorno disfórico premenstrual (TDPM). Este último presenta síntomas más intensos que pueden afectar significativamente tu vida diaria.

Mientras que el SPM es frecuente, el TDPM afecta a un porcentaje menor de personas. Ambos son experiencias reales que merecen atención y comprensión.

Tema

SPM (síndrome premenstrual)

TDPM (trastorno disfórico premenstrual)

Intensidad

Molesto, pero manejable la mayor parte del tiempo

Muy intenso, te desregula fuerte

Impacto diario

Puede incomodar, pero solés seguir con tu rutina

Puede afectar trabajo, vínculos, estudio, funcionamiento

Emociones típicas

Irritabilidad, sensibilidad, llanto fácil, ansiedad leve

Tristeza marcada, irritabilidad muy fuerte, ansiedad intensa, sensación de desborde

Cuándo prestar más atención

Si se repite y te molesta

Si te limita, te asusta o te deja “fuera de eje” seguido

Lo hormonal influye, pero no viaja solo

A lo largo del ciclo, estrógeno y progesterona suben y bajan. Y eso puede mover el ánimo, el sueño, la paciencia y la sensibilidad. También suma si hay dolor físico (calambres, hinchazón, malestar): cuando el cuerpo duele, la tolerancia baja, y es lógico.

Pero aquí entra un aspecto clave: el estrés, la fatiga acumulada y los hábitos de vida. Si venís con poco descanso, con mucha carga mental o si estás atravesando un momento de estrés, las fluctuaciones hormonales pueden sentirse mucho más intensas. Es por eso que cuidar tu salud emocional y mental es tan importante como cuidar tu cuerpo.

Lo que más suele empeorar el mal humor

Hay días en los que no necesitás “arreglarte”: necesitás bajar carga, recuperar energía y darle al sistema nervioso una señal de calma. Para ordenarlo sin volverte loca con mil tips, acá tenés un mapa simple: qué suele estar detrás y cuál es un primer paso posible.

Lo que suele influir

Cómo se siente

Primer paso (realista)

Estrés acumulado

Todo te irrita, estás reactiva, te “salta” la bronca

2 micro-pausas al día (2–5 min) + bajar estímulos

Carga mental

Cansancio invisible, saturación, poca paciencia

Delegar 1 cosa chiquita + pedir claridad/ayuda

Sueño pobre

Llorás fácil, te cuesta regularte, bajón

Rutina corta de cierre (20 min sin pantallas)

Energía inestable (comidas salteadas)

Ansiedad/irritabilidad, “hambre con enojo”

3 comidas simples, horarios más regulares

Sobre-estímulo (pantallas, ruido, notifs)

Sensación de “no doy más”

Modo silencio / notifs off por bloques de 60–90 min

Registrar tu ciclo sin obsesionarte

No es llevar un Excel de tu vida. Es algo mucho más simple: empezar a notar patrones. A veces con 2 ciclos ya ves cosas claras, como “los dos días antes me cambia la paciencia” o “si duermo mal, exploto”.

Si te sirve, registrá 3 cosas: estado emocional, sueño y nivel de energía. Eso solo ya te da pistas enormes para cuidarte mejor. Y además, te ayuda a tener más control y comprensión sobre lo que te pasa.

Ejemplo práctico: Si notás que en la mitad de tu ciclo te cuesta más mantener la calma en el trabajo, podés prepararte para esos días con una rutina más relajada o con micro-pausas más frecuentes.

El enfoque Kiwell: MIND, MOVE, EAT

En Kiwell no buscamos que “no sientas” o que estés zen 24/7. Buscamos que tengas recursos para acompañarte cuando el sistema está sensible. Micro-herramientas que suman, sostenibles, sin exigencia.

Tu bienestar es un viaje continuo, no un destino. Es por eso que nuestro enfoque va más allá de los síntomas y busca un equilibrio integral que te acompañe a lo largo del tiempo.

Pilar

Qué busca

Qué podés hacer hoy

Para qué te sirve

MIND

Calmar y ordenar

Micro-pausas, respiración lenta, poner límites, autocompasión

Menos reactividad, más margen interno

MOVE

Volver al cuerpo

Caminar suave, estirar 5 min, movilidad, yoga tranqui

Baja tensión, mejora ánimo, regula energía

EAT

Estabilizar energía

Comidas simples y regulares + hidratación

Menos “picos”, menos irritabilidad por agotamiento

MIND: micro-pausas, respiración y límites

Cuando estás sensible, tu sistema nervioso está más “a flor de piel”. Una herramienta simple: pausas cortitas antes de explotar. Dos minutos. Respirá lento, aflojá hombros, soltá mandíbula. Y si podés, una frase que te ordene: “Estoy sensible. No tengo que resolver todo ahora.”

Y límites: decir “hoy no llego” también es autocuidado. Ejemplo cotidiano: Si en el trabajo te sentís sobrepasada, elegí 5 minutos entre tareas para respirar o caminar. Esto no es un lujo, es esencial para tu bienestar.

Lectura recomendada: Reconectar con tu cuerpo a través de la respiración consciente

MOVE: movimiento amable, incluso con cero ganas

No necesitás entrenar fuerte. A veces el movimiento más útil es el más chiquito: caminar 8–10 minutos, estirar en el piso, movilidad suave. La idea es que el cuerpo salga del modo tensión, sin pelearte con vos.

Ejemplo práctico: Después de una jornada de trabajo intensa, caminar 10 minutos por el barrio o hacer algunos estiramientos suaves pueden ayudarte a liberar el estrés acumulado.

EAT: energía estable, sin culpa

En días sensibles, saltarte comidas suele empeorar todo. No por moral, por biología: baja energía, sube irritabilidad. Pensalo simple: algo con proteína + algo que te sostenga (carbo complejo) + agua.

Y si aparecen antojos, no es “fracaso”: es tu cuerpo buscando energía o calma. Buscá equilibrio, no perfección.

Ejemplo práctico: Si te olvidaste de almorzar y sientes que el ánimo baja, un snack sencillo con frutos secos o un yogur con frutas te da el impulso necesario.

Cuándo consultar

A veces con ajustes de hábitos mejora mucho. Pero si esto te está arrasando, pedir ayuda es una decisión inteligente, no un drama. Consultá con un profesional si:

  • Los cambios de ánimo te impiden funcionar (laburo/estudio/vínculos),

  • Hay dolor fuerte o síntomas físicos intensos que no ceden,

  • Los síntomas emocionales son muy severos o sostenidos.

Y si aparecen pensamientos de lastimarte o desesperanza fuerte, pedí ayuda urgente en tu red cercana y en servicios de emergencia de tu zona. No estás sola, y no tenés que atravesarlo sin apoyo.

Conclusión

Si venís con irritabilidad y cambios de humor, no es que “estás loca” ni que “te falta voluntad”. Muchas veces es tu cuerpo y tu mente diciendo: estoy al límite. Entender tu ciclo ayuda, sí. Pero entender tu contexto ayuda todavía más.

Andá de a poco: una micro-pausa, un límite, una caminata suave, una comida simple. Sin exigencia. Ese es el estilo Kiwell: progreso real, posible y a tu ritmo.

FAQ

¿Es normal estar más irritable antes de que me venga?

Sí, a muchas personas les pasa. Si se repite y te molesta, registrar patrones puede ayudarte a anticiparlo y cuidarte mejor.

¿Cómo sé si es SPM o algo más fuerte (TDPM)?

Si te limita mucho la vida diaria o sentís un desborde emocional fuerte y recurrente, vale consultarlo. No para asustarte, para acompañarte mejor.

¿El estrés puede empeorar todo aunque sea “hormonal”?

Re sí. El estrés sostenido baja tu margen de regulación emocional. Por eso a veces el ciclo no “causa todo”, pero sí lo amplifica.

¿Qué hago cuando siento que estoy por explotar?

 Micro-pausa + respiración lenta + bajar estímulos (notifs, ruido, pantallas). Y si podés, postergar decisiones/charlas importantes para cuando estés más estable.

¿Cuándo conviene pedir ayuda profesional?

Si te está afectando el día a día, si hay dolor fuerte, o si la angustia es muy intensa. Pedir ayuda es cuidado.